Poemas de Sánchez Barros
Del libro "Noticias de los senderos humenates" 2005- San José-Costa Rica
FATAMORGANA
El paraíso perdido
es esa eternidad aparente
que ya no cabe en ningún sitio;
ó ser yo mismo inquiriendo el destino
como el pájaro abismal
que huye por la cerradura de su muerte.
Todo se encarga de acentuar clarividencias:
te miro
y suben tibios animales a la cumbre,
como el calor de un corazón enemigo
a la punta de una lanza.
DESAMOR
Sujeciones a la suavidad
en la cavidad de la sorpresa.
Lo silueteado en el lugar del deseo
se enfunda en el aroma violeta de la penumbra.
EL viento hamaca lo real,
y sede,
como un cumplimiento inexorable,
la emoción retenida de todo lo no saciado.
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Del libro "Los cambios invisibles de la marea" 2010- Buenos Aires-Argentina
STORY
Vivo con alguien invisible
que a veces danza oscuramente
en las cortinas.
No se quién es,
pero a su tímido fluir
le espanta el minucioso recuento del reloj,
ó la lóbrega burla
de insinuar que es el viento.
DIA FERIADO
Esta demás la mediación del frío
para desear un amplio abrazo
que se extinga
en un sueño aún mejor;
mientras la noche acomoda su levedad
sobre la piel adormecida del silencio.
A NOVALIS
A veces el pensamiento
es una presunción descabellada
y se convierte en caída:
algo esparcido por el aire
que nadie recoge
salvo el poema.
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Del libro "Márgenes de observación" 1986-Jaén-España.
MÁRGENES DE OBSERVACION
Hay otro lado del jardín donde mi rostro elude precisiones;
alguna irrealidad provocativa que la memoria no eterniza,
como si la continuidad de esos gestos fuera siempre disimil,
o infrecuente la oportunidad de ser libre.
Pero yo amo esa misma luna muerta
que modela el temperamento de los lobos;
un disfraz ilusorio que disponen los márgenes de toda observación,
como sin ningún espejo atenuara
la extraña anomalía de un poema para revelar lo inexistente.
Hemos dejado tantas alas frente a la ventana
que ya ni pienso en el cielo.
MUJERES DE HUMO DE CAFÉ
La calle nocturna concede un ritmo fantasmal a tus pupilas.
¿A quién decirle amor,
cuando la parábola que describe eso en el silencio
vuelve a morir al sitio de partida y lo mata,
como quien lanza el boomerang y espera
con los ojos cerrados?
Llueve.
Mi poema se continúa con las horas y nada tiene garantía de belleza.
Apenas puedo sostener el cielo
o descifrar el oculto lenguaje de lo que no imagino.
Mujeres de humo de café
entregan sus gestos a una confusa lejanía.
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